La codirectora del área de educación y miembro de la junta directiva, Rosa Romero, habla del uso responsable de la inteligencia artificial
En un mundo donde la inteligencia artificial avanza a pasos «agigantados», la ética y la responsabilidad se han convertido en pilares imprescindibles para garantizar que esta tecnología beneficie a la sociedad en su conjunto. En este contexto, OdiseIA emerge como un faro de pensamiento crítico y acción concreta, dedicado a promover un uso consciente y responsable de la IA. Al frente de esta misión está Rosa Romero Soler, codirectora del área de educación y miembro de la junta directiva de OdiseIA, quien, con una trayectoria de más de dos décadas en el ámbito tecnológico, contó en TAI Granada su papel liderando iniciativas centradas en equilibrar innovación y equidad.
Licenciada en Matemáticas y especialista en Inteligencia Artificial, Rosa combina su sólida formación académica con una amplia experiencia profesional, que incluye su actual rol como responsable de IA en CENIT. Desde ahí, impulsa proyectos que priorizan el bienestar social y la igualdad de oportunidades, valores que también definen su compromiso con la gobernanza ética de los datos y la equidad en la tecnología. «OdiseIA está configurando un futuro donde la IA sea una herramienta al servicio de todos», señalaba Rosa en su interveción en TAI Granada.
Con el COVID, desde su corporación intentaron ayudar a los centros educativos para que el alumnado supiese como seguir en el futuro. En ese momento se plantearon realizar un sistema de orientación para ayudar a todos esos jóvenes en esos momentos. «Había unos sesgos de género muy diferenciados», destacó. Según informó, más de 60.000 personas consultaron este sistema y al 80% les sirvió. Ciclos que tradicionalmente estaban dominados por chicos había cambiado radicalmente. «Fue como ver la luz», explicó.
Rosa Romero destacó que «la infancia y las mujeres son los dos colectivos más afectados por la IA». «Es una tecnología que ha venido para quedarse porque soluciona muchos problemas»..
Pero, no todo es bonito, es inevitable que el avance de la IA vaya acompañado de riesgos que hay que evaluar y mitigar y las empresas «tienen que asumir su responsabilidad ante un impaco negativo en la sociedad», recalcó.
Durante un momento de su invervención, la ponente realizó en la sala un test. Animó a todos a coger los móviles y enfocar hacia ella con las linternas. Realizó después varias preguntas para conocer su opinión sobre la regulación sobre la IA en Europa o sobre su preocupación por el uso que las personas mayores hacen con la IA. Al final de este juego, Romero consideró al público unos «centinelas preparados» para velar por la inteligencia artificial.
Nuevos proyectos
Más de 150 personas componen OdiseIA entre los que destacan distintas profesiones. «Somos mucho de acción, nos gusta observar y llevarlo a proyectos reales». Actualmente, lleva a cabo proyectos como el ‘Proyecto Cuidado’ está enfocado al impacto de la IA sobre los colectivos vulnerables y estudia el impacto en el mundo laboral de los colectivos con la IA. En febrero lanzarán un concurso de desafios y proyectos en los que contactarán con asociaciones y ONGs.
También van a realizar próximamente un sello de calidad para los sistemas de IA para que se sepa el nivel de confianza. Otro de los proyectos es el ‘Proyecto Copid’ que estudia como impulsar la igualdad en el entorno digital para los colectivos vulnerables.