«La IA no te quitará el trabajo, lo hará el humano que sepa usarla mejor que tú»

Víctor Iglesias, Pablo Soto, Oriol Izquierdo y Nuria Sánchez. Amanda Martínez

La gestión de los datos, su protección y la transformación digital que supone incorporar la IA en algunos proyectos han sido objeto de debate este miércoles en el III Congreso de Inteligencia Artificial de Andalucía

La gestión de los datos, su protección y la transformación digital que supone incorporar la IA en algunos proyectos han sido objeto de debate este miércoles en el III Congreso de Inteligencia Artificial de Andalucía. Víctor Iglesias, jefe de servicio de Analítica y Gobierno del Dato en la Agencia Digital de Andalucía, ha sido el encargado de moderar la charla, en la que han participado Pablo Soto, director de Programa IA e Innovación en Vodafone Bussines; Oriol Izquierdo, Data, IA and DataSpace Senior Manager en T-Systems; y Nuria Sánchez, AI Practice Leader en Inetum Iberia Latam.

La gestión de las expectativas en los proyectos ideados en las distintas empresas ha sido uno de los puntos que se han tratado. Pablo Soto ha señalado que es muy común encontrarse con una «falta de pensamiento crítico» que hace que la gente piense que por el simple hecho de introducir la IA en el sistema va a salir bien. En cambio, este experto aboga por tener primero un conocimiento profundo de la idea, estudiar sus flaquezas y tener en cuenta si es un negocio rentable antes de llevarlo a cabo.

«El principal problema es no tener claro dónde la IA puede impactar o aportar valor. No debemos abordar esto proyectos solo desde un punto de vista tecnológico, sino desde uno más holístico», opina Nuria Sánchez. En este sentido, la especialista considera que hay procesos que es preferible que los realice una persona, pues la inteligencia artificial no podrá optimizarlos. Soto está de acuerdo con ello y ha añadido que es necesario hacer «una transformación profunda» y pensar proyectos que nazcan siendo digitales y no intentar digitalizar sistemas analógicos, porque esto hace que «el resultado no sea bueno».

El no tener en cuenta a las personas es un error común en estos proyectos. «No hemos conseguido vencer esa resistencia al cambio», señala Sánchez, quien sostiene que los flujos de trabajo no se han rediseñado correctamente. «Es clave que todos tengamos unas mínimas nociones de lo que la IA nos permite, cómo puede aumentar nuestra capacidad y el valor que nos aporta», recalca. Y Soto lo tiene claro: «La IA no te quitará el trabajo, lo hará el humano que sepa usarla mejor que tú».

Preocupación por la protección de datos

Oriol Izquierdo ha sacado a cuestión otro aspecto, que es el del reto con los ciudadanos y el servicio que se le da a estos. Algo directamente relacionado con la protección de datos. ¿Cuáles son los derechos digitales de una persona? Ha sido una de las preguntas que se han planteado y que posteriormente ha dado lugar a la intervención de un asistente que ha mostrado su preocupación al respecto.

Sin embargo, los expertos han manifestado que las propias empresas tienen «la IA responsable como prioridad» porque están expuestas a grandes multas y tienen que gestionar además temas como la ética o la transparencia, afectándoles de forma directa a su reputación si se filtrasen datos de sus clientes.

Víctor Iglesias ha añadido que también existen controles internos en la Administración Pública que en ocasiones, incluso, pueden hacer de cortapisa para avanzar en un proyecto: «Ante respetar la privacidad de las personas o poder avanzar en una idea, se va a elegir al ciudadano. Hay un control estricto del cumplimiento legal». Y recuerda: «Cualquier persona puede preguntar qué se está haciendo con sus datos, la ley le ampara».