Asunción Gómez, que ocupa el sillón Q en la Real Academia de la Lengua y es experta en Inteligencia Artificial, ha explicado las distintas funciones de esta tecnología en relación al lenguaje en una charla con el director de IDEAL, Quico Chirino
La primera ponencia de la 13 edición de TAI Granada, una charla sobre IA, lenguaje y literatura, ha comenzado después de la apertura del evento de la mano de la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo. En ella ha participado Asunción Gómez-Pérez, que ocupa el sillón Q en la Real Academia de la Lengua y es experta en Inteligencia Artificial, junto al director de IDEAL, Quico Chirino, periodista y doctor en Periodismo por la Universidad de Sevilla.
Asunción Gómez, licenciada además en Informática por la Politécnica de Madrid y doctorada en Ciencias de la Computación e IA, ha explicado que la tecnología nos da infinidad de posibilidades para crecer como personas, siempre y cuando se use de forma correcta. Y es que como ha señalado Chirino, uno de los peligros de la Inteligencia Artificial es que desaparezca la capacidad crítica del ser humano. «El tener siempre una máquina a la que podemos preguntar nos puede llevar a depender excesivamente de ella, por eso creo que hay que usarla con cierta mesura. Uno tiene que ser autónomo y no depender 100% del chat; se tiene que mantener un criterio y ser creativo, comprobar si lo que está diciendo es correcto o no», opina la experta.
En este sentido, Gómez considera que es necesario garantizar que la IA hable bien español. «Es importante para que las opiniones y comentarios que nos dé la máquina no estén sesgados por una literatura que venga de otro país», ha señalado. Algo relevante a tener en cuenta también en la interpretación de la historia, para que se cuente desde nuestro punto de vista y no desde el de otros.
Chirino ha relacionado esta problemática con otra un tanto más invisible, la de los derechos de autor. «Siempre he defendido que la Inteligencia Artificial debe nutrirse de textos que sean libres, debe respetarse la propiedad intelectual. Este es un problema muy serio ahora, pero se puede subsanar, por ejemplo, pagando una cantidad fija al autor o haciendo pagos recurrentes a la sociedad de autores», ha manifestado Gómez.
Los usos de la IA en la RAE
La Real Academia Española está trabajando en cinco aplicaciones relacionadas con la Inteligencia Artificial que por el momento están siendo de uso interno, pero que próximamente estarán disponibles para todos los usuarios. Una de las que tendrá mayor impacto tiene que ver con el sistema de consultas. Esas famosas preguntas que los usuarios dejan ahora en la red social X, y la academia responde, se transformarán: la IA cogerá esas preguntas, las clasificará y las redirigirá al lingüista especializado en la materia correspondiente. Entonces le ofrecerá tres posibles respuestas y este seleccionará aquella que considere correcta o la adaptará antes de hacerla llegar al público.
Otra de sus funciones será la de observar cómo se habla en todos los países de habla hispana para detectar aquellas palabras que no están en el diccionario o conseguir que la IA haga más accesible la lectura. «Poder simplificar los textos en un lenguaje que sea comprensible para todos, evitando la jerga del sector, como en un tema médico o de Hacienda», ha apuntado. Algo que ayudará también a personas que tengan alguna dificultad a la hora de leer. «Se trata del derecho a comprender», ha subrayado.



